martes, 10 de julio de 2007

Judith Polgar, la dama del tablero


En el tablero del ajedrez, la dama se mueve a sus anchas y el rey apenas avanza de casilla en casilla, pero en la historia del juego, la mujer ha tenido un movimiento limitado.

Los grandes maestros son en su mayoría hombres y los torneos, hasta hace unos años, no tenían la costumbre de permitir a damas y caballeros jugar entre ellos. Como las blancas y las negras, cada sexo tenía su lado del tablero.
Olimpíada de Ajedrez de Manila, 1992. Judit Polgar es la campeona absoluta de Hungría, muy superior a sus colegas hombres. Pero el equipo general de su país no la presenta como primera jugadora de la selección, sino como suplente.
Contra esto ha peleado Judit toda su vida, y Sofía Polgar antes que ella y Susan Polgar antes que ella. Y antes que las tres hermanas, sus padres, Clara y Lazslo Polgar.
Estos dos pedagogos húngaros decidieron un día que ninguna de sus tres hijas iría al colegio. Serían educadas en su casa y se volverían genios. Cuenta la leyenda que hasta la policía fue a buscarlas para llevarlas a la escuela hasta que el Ministerio de Educación aceptó la posición de los Polgar.
Olimpíada de Ajedrez de Salónica, 1988. Las tres hermanas Polgar vencen a las poderosas soviéticas y el equipo femenino de Hungría gana la medalla de oro. El mundo del ajedrez tiene tres damas que patean el tablero.
Sus padres deciden que sus hijas no participarán de ninguna competencia femenina más, salvo en las Olimpíadas. La decisión no cae bien en el gobierno húngaro y aunque ganan los Juegos Olímpicos (versión femenina) de Novi Sad en 1990, Judit no es titular dos años después en el equipo general.
Para esa época Judit ya era gran maestro internacional. Lo había conseguido con 15 años y 4 meses, un mes antes que el gran jugador estadounidense Bobby Fischer.
Años después consigue estar entre los 10 mejores jugadores en la lista de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), que en toda su historia no había tenido ninguna jugadora entre los 100 ajedrecistas principales.
"La categoría por sexo es una separación absurda. La causa de la inferioridad femenina es únicamente cultural. Ahora mis colegas varones me aceptan sin problemas", explica Judit.
Campeonato Mundial de Ajedrez, San Luis, 2005. Judit Polgar es la única jugadora mujer entre los ocho candidatos al título.
La dama se lanza al ataque.

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Asoc. de Ajedrez de Mons Nouel

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